Pensar en el impacto a largo plazo de nuestras elecciones alimentarias podría ayudar a controlar los antojos

Encontraron que el efecto del golpearse levemente la frente o la oreja con el dedo índice, golpear el piso con un dedo del pie o el mirar a una pared vacía, todos funcionaron significativamente para reducir los antojos. Sin embargo golpearse la frente funcionó mejor que todas las otras técnicas.
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